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Energía y paz: retos para la construcción de un nuevo país rural | José Eddy Torres
José Eddy Torres,
exdirector del Programa de
Energía Limpia para Colombia
(CCEP/USAID 2012-2017).
Foto: CCEP/USAID.
Universidad de los Andes, Bogotá D.C., Colombia.
de departamentos bastante disímiles, se evidencia
que en el territorio abarcado solo 69% de la población
rural cuenta con servicio del sistema interconectado,
15% cuenta con electrificación de sistemas locales no
interconectados y 16% no dispone de electricidad3.5
El consumo promedio entre hogares interconectados
es de apenas 93,14 kWh/mes y 60,16 kWh/mes en los
sistemas no interconectados – muy por debajo de lo
que el Gobierno define como consumo de subsistencia
(y, por ende, subsidiado) para piso térmico cálido (173
kWh/mes) y para piso térmico templado-frío (130 kWh/
mes). Con tan bajos niveles de consumo, dispersión
de usuarios y sistema institucionalizado de subsidios,
la expansión de cobertura y prestación de servicio
eléctrico a nivel rural difícilmente cumpla un papel de
dinamizador de la economía para estas zonas, ni sea
financieramente autosostenible.
Además, en el 64% de las 1.728 localidades de Zonas
No Interconectadas ZNI – que abarcan el 52% del
país y coinciden en gran medida con los territorios
del posconflicto donde se han priorizado los Planes
de Desarrollo con Enfoque Territorial PDET, solo se
dispone de 1 a 6 horas de servicio eléctrico 5, lo
que no solo dificulta sino impide el aprovechamiento
de la electricidad para infraestructura social (salud,
educación, alumbrado público), refrigeración, bombeo,
procesamiento pos cosecha y otros fines productivos.
Estos horarios eximios de servicio reflejan un cúmulo de
decisiones institucionales, como la extrema dependencia
de plantas diésel de costosa operación y mantenimiento
en las ZNI y el otorgamiento de subsidios al diésel no
por energía entregada sino por número de horas de
operación asignadas por el Estado según el número de
viviendas en la localidad4, entre otras.
Buscando superar esta visión tradicional, desde
hace 25 años en el sector energético colombiano se
introdujo el concepto de “energización” rural, que
incluye pero trasciende la “electrificación” rural no
solo porque también abarca otras fuentes y usos
térmicos y mecánicos de energía, sino porque busca
que las tecnologías energéticas se inserten y dinamicen
(¡energicen!) los procesos de desarrollo socioeconómico
3. Los valores reportados en el documento 5 se refieren a resultados de Nariño, La Guajira, Tolima y Chocó, un espectro bastante heterogéneo del mundo rural colombiano. En los
departamentos de Cundinamarca y el Cesar se completaron y procesaron encuestas PERS después, ampliando la evidencia empírica de la realidad actual del uso de energía en el campo
colombiano (incluyendo leña y demás fuentes).
4. 1-50 usuarios: 4 horas; 51-150 usuarios: 5 horas; 151-300 usuarios: 8 horas; >300 usuarios: 24 horas por día de generación de electricidad.