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“Creemos que podemos cambiar el mundo” | Wesley Kading
Universidad de los Andes, Bogotá D.C., Colombia.
Esto se vuelve increíblemente beneficioso para las
personas que no tienen el dinero que necesitan
para realizar pagos por adelantado. La cantidad
de mercados fuera de la red es bastante enorme,
ya sea en África, Asia o Sudamérica, y estamos
realmente entusiasmados con el potencial que
hemos visto aquí en Colombia y el resto de la región,
incluyendo México y Honduras, donde ya contamos
con distribuidores.
Lo más sorprendente de esto para mí, es que
casi cualquier persona puede convertirse en un
distribuidor. En aldeas remotas, donde sus habitantes
pueden ordenar unidades y luego venderlas a sus
vecinos, allí las vidas cambian. Y si alguna vez has
visto a alguien encender una bombilla por primera
vez, alguien que ha estado quemando queroseno
durante toda su existencia, es un cambio absoluto.
No solo ayuda a su salud, sino que también limita
la cantidad de contaminación que efectivamente
existe en el medio ambiente. Las enfermedades
disminuyen, en especial las pulmonares porque ya
no queman o trabajan con este combustible.
En la actualidad, Angaza está en unos 50 países con
150 clientes-distribuidores, y continúa su expansión. El
80% de ellos está en África porque tiene muchos de los
requisitos necesarios, como un gran mercado fuera de
la red, integraciones de dinero móvil y muchas personas
que potencialmente tienen ingresos mensuales que
pueden justificar un pago hacia un sistema solar.
Tenemos más de 10.000 usuarios de la plataforma.
Ahora, esos usuarios se dividen en agentes de ventas,
administradores, a menudo agentes de centros
de atención de llamadas. Nuestros distribuidores
más exitosos tienen una gran cantidad de agentes
de ventas en su plataforma que utilizan el Angaza
Activator, que no es más que una simple aplicación
que descargan, y que les permite realizar una venta
allí mismo, en cualquier aldea, casi en cualquier lugar.
Pueden registrar el tipo de pago o la estructura de
préstamo en la que se encuentran e identificar qué
tipo de unidad están utilizando. Pueden, además,
activar el sistema del cliente final, que ahora tiene una
lámpara solar, y saber que tiene que pagar US$10 o
US$2 o cualquier monto que sea por mes hasta que
termine de pagarlo.
Luego, se activa nuestro sistema de SMS y, cuando
vence el plazo de pago, les envía un recordatorio. Cuando
envían el pago, reciben un código de confirmación que
pueden ingresar fácilmente, dependiendo del tipo de
unidad. También pueden hacerlo desde elementos
sin medidor, donde no necesariamente necesitan un
código clave para ser ingresado, o una unidad GSM.
Nuevamente, podemos integrarnos con diferentes tipos
de tecnologías.
A partir de esto, y en solo los últimos dos años, hay
unos 5 millones de personas que hoy ya no dependen
del queroseno. Es un gran acontecimiento.
Ahora, ¿cómo es esto tan diferente? Porque todos
hemos usado diversos sistemas de prepago en el
pasado o en algún grado de ellos. Pues nuestra
plataforma está enfocada en el software. Comenzamos
con la fabricación hace años y eso no duró mucho. No
estamos interesados en ser fabricantes, estamos muy
interesados en ayudar a los distribuidores y asociarnos
con fabricantes para dar vida a sus productos y hacerlos
más disponibles.
Datos de dispositivos inteligentes
Angaza trabaja con sus socios de fabricación para garantizar
una telemetría confiable a nivel de dispositivo que supervise
e informe los datos valiosos del sistema. Para los dispositivos
solares, esa información incluye las cuatro variables
esenciales relacionadas con el rendimiento del dispositivo.
Voltaje del panel solar: esta medida indica la
cantidad de energía solar disponible.
Corriente del panel solar: señala cuánta energía
solar se está utilizando para cargar la batería.
Voltaje de la batería: indica cuánta energía se ha
almacenado y está disponible para ser utilizada.
Corriente de descarga de la batería: esta medida
señala cuánta energía está utilizando el cliente.
Fuente: Angaza.