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Energía inclusiva y sostenible: experiencias, lecciones y retos en el marco de una nueva ruralidad en América Latina y el Caribe | Rafael Escobar
Universidad de los Andes, Bogotá D.C., Colombia.
través de las redes eléctricas, por ejemplo, en Perú, son
administrados por las empresas eléctricas nacionales, y
son parte de los clientes facturados que dada la dispersión
de las viviendas, la pobreza de las familias y los bajos
consumos, han generado problemas en la implementación
de mecanismos para una buena gestión.
Por el lado de los usuarios, por ejemplo, se manifiesta
que el servicio no es de calidad y no permite el uso de
la electricidad en algún negocio o comercio. En muchos
casos, estas conexiones consumen en promedio 15
kWh/mes, los mismos que no aportan a la rentabilidad
de dichas empresas. Por lo general, la recaudación no
compensa los costos de administración, repercutiendo
en el balance y equilibrio financiero del negocio
de energía.
En los casos de los sistemas energéticos regulados,
a través de la instalación de SFVD, al igual que la
primera estrategia, no han incorporado criterios para
la sostenibilidad más que las tarifas reguladas a las
cuales están sujetas. Muchos de estos sistemas están
manejados por las empresas eléctricas o por unidades
de negocio locales. Adicionalmente, el avance de dotar
subsidios al consumo, experiencias que en su mayoría
no han tenido el éxito deseado, han demostrado que las
empresas no responden a los diferentes problemas que
se presentan dentro del servicio, hecho que desencadena
un alta morosidad.
En definitiva, se debe trabajar a futuro en dos
variables importantes del servicio eléctrico: la calidad
y permanencia del servicio, aspectos que inciden en la
aceptación del sistema por el usuario final y la respuesta
a sus expectativas personales.
2. De la electrificación a la energización rural,
¿es suficiente?
Como se ha indicado líneas arriba, la electrificación rural
sustentada solo en la conexión tiene sus limitaciones
y ha sido necesario hacer cambios. Ya en los años 90
emergió como alternativa el enfoque de la energización
rural, como una opción a la forma tradicional de entregar
energía en la zona rural. Dicho enfoque buscaba cubrir
las demandas de energía con diferentes opciones
modernas de energía. Con ello, se proponía que el
acceso a la energía cubriera todas las necesidades y a la
vez promovía modelos de gestión más adecuados a las
demandas locales. En esa perspectiva, es que Soluciones
Prácticas en Perú desarrolló una experiencia por más de
13 años; la misma que en este artículo se describe con
el propósito de compartir algunas lecciones importantes
para el desarrollo energético rural.
En 1992, Soluciones Prácticas (ITDG) firmó un convenio1,
con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con el
cual recibió un financiamiento del Programa de Pequeños
Proyectos que incluyó un aporte reembolsable de
US$ 400,000 para un Fondo Rotatorio de Microcentrales
Hidroeléctricas (MCH) y uno no reembolsable por
US$ 120,000 para fortalecimiento institucional. El
proyecto, por sus buenos resultados e impactos, fue
apoyado y ampliado hasta en dos veces, vía nuevos
convenios de financiamiento, hasta llegar a un monto
total de 1 millón de dólares.
Este proyecto desarrolló un paquete tecnológico y
un modelo de gestión que ha permitido tener a la
fecha algunos de los sistemas energéticos en pleno
funcionamiento, el cual ha sido reconocido por su aporte
al desarrollo sostenible en Perú2, y ha sido fuente para la
réplica en otros países de América Latina. A continuación,
se describe en forma sucinta las particularidades
del modelo de gestión comunitario empresarial, y se
destacan las lecciones para la sostenibilidad.
2.1. El modelo de gestión comunitario
empresarial (los actores y las instancias
participantes)
El modelo está concebido como una empresa
comunitaria que administra el servicio eléctrico
implementado a partir del uso de Microcentral
Hidráulica3. El modelo comprendió tres actores
principales: el propietario, los usuarios y la empresa
prestadora de servicios de gestión.
1. Convenio de Financiamiento y Cooperación Técnica entre el BID e ITDG del 27.11.92
2. Premio Sasakawa 2008, por sus contribuciones notables en el tema de manejo sostenible del medioambiente y reducción de emisiones de carbono – Programa de las Naciones para el
Medio Ambiente (PNUMA).
3. La potencia máxima de las Micro Centrales Hidráulicas (MCHs) implementadas no sobrepasaron los 500 kW.