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tecnológica le permite a una organización migrar más
rápido entre plataformas y generaciones tecnológicas,
adaptarse más prontamente a los cambios y obtener
rendimientos más rápidos de una pronta adopción
tecnológica.
Reproducibilidad de procesos
Así mismo, los ambientes controlados de
experimentación también le han permitido a Sáenz
Fety contar con espacios de experimentación con una
gran reproducibilidad y control de variables. Aunque
este tipo de conceptos pueden ser comunes en
otros segmentos industriales como la producción de
medicamentos, la industria de bebidas fermentadas, o
la industria petroquímica; no es una constante en la de
producción agrícola. A pesar de la complejidad en los
procesos productivos agrícolas, y la enorme cantidad
de variables observables y no siempre controlables del
proceso (e.g. clima, radiación solar, vientos, humedad,
nivel de lluvias, plagas), la actividad agrícola pocas
veces ha contado con suficientes réplicas de producción
que permitan un análisis estadísticamente relevante
de los procesos. La minimización de variables no
controlables, le ha permitido a la compañía formular
estrategias en pro de la mejora en la productividad
de sus semillas, generando un valor adicional en sus
productos. La correcta estimación de la capacidad de
germinación y producción de frutos y sus semillas es
un elemento invaluable en la negociación y nombre de
su marca, ya que le permite establecer parámetros,
límites y capacidades de sus productos con mejor
precisión que sus competidores, al tiempo que generan
mayor confianza con sus clientes. Sus invernaderos de
estudio cuentan con cientos de plantas que reproducen
su experimentación una y otra vez, consiguiendo
mejoras sustanciales en la productividad. Es así
que Sáenz Fety ha determinado con unos niveles de
incertidumbre bajos, el incremento en la productividad
del cultivo de tomates en invernaderos con distintos
niveles de control y automatización, pasando
desde aproximadamente los 5 kg/m2 de producción
promedio nacional, a 15 kg/m2, y hasta 50 kg/m2 de
producción promedio al acompañar sus productos con
tecnologías para el control de clima, la automatización
de riego y dispensa de nutrientes y agroinsumos. Esto
representa incrementos de entre tres y diez veces
en la productividad, fenómenos que dejan de ser
incrementales y empiezan a ser exponenciales para
un productor.
Pruebas de mercado in-situ
Por otro lado, el CID ha permitido también el estudio
local de insumos importados. Los posibles beneficios en
el uso de semillas o forrajes probados en otras latitudes
no necesariamente son equivalentes en nuestro
territorio. Las condiciones climáticas, de suelos, horas
de luz, variaciones térmicas, entre otras, condicionan la
capacidad de una semilla para su germinación y posterior
producción. Los productores de semillas, sin embargo,
prueban las capacidades de germinación y producción
en ambientes tipificados para sus mercados que, rara
vez, se parecen al nuestro. La estrategia de la compañía
de tener su propio centro de verificación de semillas
antes de su selección para importación e incorporación
en su portafolio de productos le genera grandes
beneficios. En primer lugar, le permite poner a prueba
diversas variedades, incluso de distintos proveedores,
de posibles nuevos productos para tomar decisiones
más informadas sobre el contacto y negociación con
proveedores, al mismo tiempo que puede evaluar la
relevancia y posible impacto en el mercado nacional.
Esta estrategia posibilita a Sáenz Fety a escoger de
forma más selectiva sus nuevos productos o sus
posibles nuevas líneas de productos sin tener que iniciar
una evaluación de mercado contando con todos los
trámites logísticos de importación de lotes, almacenaje,
distribución y verificación de eficacia. Sin embargo, este
no es su único beneficio directo, al ser su CID un centro
con capacidad de visita por parte del usuario y potencial
cliente, Sáenz Fety logra un primer acercamiento de un
posible nuevo producto sin tener que salir al mercado.
Interacción con la academia
El tener un laboratorio de experimentación abierto al
público ha permitido que otro actor –usualmente menos
cotidiano en la interacción diaria de las empresas– tenga
mayor presencia: la academia. El vínculo histórico entre
industria y academia en Colombia ha sido bajo y, aunque
existen algunas empresas que han tenido fuertes
relacionamientos con distintos actores de la academia,
la transferencia real de conocimiento práctico y aplicado
sigue estando en mora en nuestro país. Las razones
por las que esto ha ocurrido incluyen diversas causas,
desde la concepción tradicional de muchas empresas de
considerar las estrategias de investigación como gastos
y no inversiones, hasta la posición tradicional de la
academia de entender a la industria como un benefactor
más de la investigación dentro del sistema de ciencia y
tecnología del país.