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REVISTA DE INGENIERÍA 45 / Enero-Junio 2017

91 Universidad de los Andes, Bogotá D.C., Colombia. Pues bien, esa es la segunda parte de los desafíos que tenemos en vías terciarias, porque de nada sirve que hagamos un esfuerzo grande (como el que voy a describir en algunos momentos) en el año y medio que le queda a este Gobierno, para que en el próximo las vías vuelvan a estar intransitables, llenas de huecos y causando problemas a quienes las usan. Así pues, resulta vital la organización, sobre todo de las comunidades. Debemos lograr que éstas se apropien de esas vías; que, así como los Incas, sientan orgullo de mantener conectada a su vereda, a su caserío, con los centros urbanos. Fortaleciendo la parte tecnológica tendremos grandes soluciones, pero serán de corto plazo si no hacemos bien la segunda, y el mal estado de las vías terciarias será un problema de nunca acabar. La buena noticia es que en Colombia tenemos experiencias muy interesantes y exitosas de involucrar a las comunidades en el mejoramiento y mantenimiento de las vías terciarias. Lo que tenemos que hacer es construir sobre esas experiencias y dejar una institucionalidad que no permita que se pierdan los recursos invertidos. Bueno, luego de este preámbulo les contaré en qué consiste este programa de ‘Vías Terciarias para la Paz’ que hemos venido desarrollando en el último año entre el Ministerio de Posconflicto, la Agencia Nacional de Infraestructura y el Ministerio de Transporte, que fue anunciado por el Presidente de la República hace un par de semanas. Como ustedes saben, la responsabilidad de la red terciaria colombiana está distribuida entre la Nación, los Departamentos y los municipios (que tienen la mayor parte). Son aproximadamente 140.000 Km de vías terciarias y sólo 8.000 tienen una solución en pavimento, es decir, alrededor del 5 %. El resto está en afirmado o en tierra. Pongámonos en la situación del posconflicto: si queremos que en departamentos como Nariño, Cauca o Antioquia se sustituyan los cultivos de coca, por ejemplo, por café o cacao, por tabaco o cualquier otro producto, pero los productores no tienen cómo sacar esos productos y comercializarlos, estas actividades económicas estarán condenadas al fracaso porque la coca tiene una gran ventaja, y es un alto valor comercial por un volumen pequeño, es decir, no depende de la logística de las carreteras. Por su parte, en el caso del café, el cacao y el tabaco, se deben mover volúmenes grandes con un valor relativamente bajo. Vías terciarias de Antioquia. Fuente: INVÍAS.


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