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REVISTA DE INGENIERÍA 44 / Enero-Junio 2016

55 Distritos de riego: impulsores de la productividad agrícola colombiana Irrigation districts: agricultural productivity boosters Universidad de los Andes, Bogotá D.C., Colombia. Entrevista al ex-rector de la Univerisdad de los Andes, Carlos Angulo. Revista de Ingeniería (R.I.): Este número de la Revista lo dedicamos a las necesidades de bienes públicos en la zona rural colombiana, para coadyuvar en el esfuerzo de pacificar al país tras la firma del acuerdo con las FARC… Carlos Angulo (C.A.): Si la Reforma Agraria se hubiera hecho como estaba planeada originalmente por Carlos Lleras y sus asesores, Colombia no habría vivido tantos años de guerra por falta de desarrollo y presencia del Estado en zonas rurales. Y no solamente en las alejadas: en zonas rurales localizadas a una o dos horas de distancia de una ciudad principal, por ejemplo María la Baja, en Bolívar, que está a 70 km de Cartagena. Y si bien el estado comenzó a hacer presencia en algunas zonas y le dio gran prioridad a la creación de distritos de riego para darle agua a los agricultores y así mejorar su producción, faltaron dos cosas: la primera, culminar con el proceso de reforma agraria, porque ese proceso a medias generó desplazamientos de grandes agricultores de unas zonas del país a otras. Por ejemplo, a los distritos de riego de la Costa Caribe se fue gente del Huila a cultivar arroz, pero esto jamás benefició a los productores locales. Y la segunda, que no se llevó paralelamente el proceso de desarrollo agrícola, de infraestructura, con el aprovechamiento de los conocimientos agrícolas de los pobladores de esas regiones. Es decir, se hizo la parte sencilla: las grandes obras de ingeniería. Por ejemplo, en Bolívar I (proyecto donde trabajamos nosotros durante muchísimos años) se alcanzaron a construir dos presas de tierra para almacenamiento de agua en 20 mil hectáreas; se construyeron aproximadamente 150 Km de canales, pero faltó un seguimiento, una asesoría agrícola, que era fundamental porque en ese momento (yo creo que hoy en día ese problema está presente en muchas partes) no había la suficiente tecnología en el área. Y resulta que un distrito de riego que no tiene una asesoría en desarrollo agrícola adecuada, no es distrito de riego. Yo no he seguido el proceso, lamentablemente, pero me gustaría ir a Bolívar I y ver qué hay allá. De pronto llega uno tristísimo de lo que encontró (ojalá que no). R.I.: ¿No basta tener el agua si no se tiene toda la tecnología de utilización agrícola? C.A.: Claro, y además condiciones de vida razonables para la gente. Hay que ver cómo vivía la gente en esas zonas. En muchas regiones del país, como el Putumayo, e incluso, en donde se hicieron los proyectos que mencionaba anteriormente, la gente aún vive en condiciones lamentables; lugares en las que no hay una presencia real del Estado. Entonces algunos fueron quedándose en la miseria del fundo, y con el tiempo pasaron a alimentar las filas de la guerrilla porque ya no veían qué más hacer. R.I.: Y sin carreteras para sacar la eventual producción agrícola… C.A.: Ese es otro problema que hay. Paralelamente a ese desarrollo agrícola tienen que darse facilidades de transporte, de electricidad. Para que la gente viva decorosamente y para que puedan sacar sus productos. ¿Por qué se siembra coca en esas zonas alejadas? Por dos razones muy sencillas: les entregan la semilla y les proveen el transporte allí mismo. Cómo va a ser uno tan tonto de sembrar papa o cualquier otra cosa cuando


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