Page 47

REVISTA DE INGENIERÍA 45 / Enero-Junio 2017

45 Universidad de los Andes, Bogotá D.C., Colombia. de los caminos vecinales porque el financiamiento del mantenimiento vial, periódico y rutinario, se trasladó del proyecto que contaba con financiamiento internacional al presupuesto anual de gastos corrientes de las municipalidades, asegurándose así un flujo permanente de recursos de éstas, ya que los proyectos tienen un origen y un fin por definición. Fue una de las muchas normas presupuestales aprobadas a lo largo del tiempo. Una relación cercana con el MEF y otras entidades, públicas y privadas, ha sido determinante para el éxito de los proyectos. La creación de una nueva entidad, el citado IVP, ha sido fundamental para la permanencia del programa por más de veinte años, ya que los beneficios de los distritos, actuando de manera coordinada, son evidentemente mucho mayores que los que se pueden obtener con intervenciones individuales, principalmente por los beneficios derivados de trabajar en la red local (las llamadas economías de red, en la literatura contemporánea). Ha sido, además, un espacio para la acumulación de experiencia en preparación de proyectos, licitaciones, gestión de infraestructura, entre otros, capacidades que, en los casos de las municipalidades más estructuradasl se han difundido entre otras oficinas de los gobiernos locales. En el ámbito de nuevas organizaciones destaca la introducción de las formadas, de manera muy cuidadosa, con los campesinos que vivían a lo largo de los caminos vecinales intervenidos para el mantenimiento de los mismos, conocidas como Microempresas de Mantenimiento Vial (MMV), que generaron miles de especialistas en las variadas tareas necesarias, sirviendo también para el desarrollo de los mercados locales, ya que el contar con un empleo formal permanente abrió nuevas oportunidades para estos campesinos, otrora muy lejanas. Sirvió también para identificar líderes locales abriendo nuevas vías de participación en la vida de las comunidades y centros poblados. Se puede ubicar en este campo también una temprana adopción de una política de género, según la cual se dio oportunidades de trabajo a mujeres en las MMV. Muchas de ellas eran jefes de hogar, sin discriminarlas por su condición, a pesar del trabajo considerado rudo y varonil a primera vista. Se obtuvo alrededor del 25 % de mujeres en las MMV, considerándose un ejemplo a escala mundial. Se estableció también un modelo de intervención para los caminos de herradura centrado en las comunidades, sin conformar MMV para ellas, sino que se entregaban a directamente a las comunidades (todas muy organizadas desde tiempos ancestrales) para que asumieran directamente su operación y mantenimiento. Es en este campo institucional que se constata con más claridad la utilidad del concepto de Sistemas Adaptativos Complejos, CAS, mencionado antes, así como del concepto de Emergencia. Por ejemplo, el primer programa de caminos rurales se ejecutó de manera centralizada, existiendo por lo tanto una única oficina de asesoría jurídica que acompañó todas las licitaciones y administración de contratos, con unos 14 especialistas; luego de la descentralización, con más de 100 IVP operando, no era posible contar ni con un abogado para cada uno de ellos. Las necesidades de coordinación se multiplicaron exponencialmente. Fue una de las razones por las cuales las capacidades de las municipalidades provinciales debieron ser apoyadas, para responder a desafíos nuevos, similares a lo anotado, la mayoría inesperados, que emergieron de la propia aplicación del modelo. El proyecto nunca se vio a sí mismo como uno de ingeniería o de transporte rural, sino de desarrollo rural, que tenía elementos técnicos e institucionales y que se articulaba de muchas formas con los planes y otros proyectos en los territorios de acción del programa. 4. Perspectiva territorial global Los proyectos siempre contaron con una perspectiva global que fue acentuándose en el tiempo, es decir, inversión en caminos complementada con elementos de desarrollo rural integral, que contiene una clara estrategia de la interacción entre lo urbano y lo rural, sub-sistemas que no se pueden aislar, como apoyo a las municipalidades a escala provincial y distrital; inversión en actividades demandantes de transporte rural (a


REVISTA DE INGENIERÍA 45 / Enero-Junio 2017
To see the actual publication please follow the link above