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REVISTA DE INGENIERÍA 45 / Enero-Junio 2017

24 Programa de caminos básicos de Chile Desde 2003, la Dirección Nacional de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas de Chile adelanta dentro de las actividades de conservación de sus caminos rurales no pavimentados un programa denominado “Caminos Básicos”. Con este programa se introdujo una forma diferente de realizar el mantenimiento de los caminos para mejorar su nivel de servicio y reducir los costos de su conservación. En el contexto de este programa, un camino básico corresponde a un camino sin pavimentar que soporta BVT – entre 40 y 250 vpd - posee un saneamiento consolidado, con una geometría en planta y en perfil coherente con los niveles de tránsito y un ancho de calzada de, al menos, 6 m. El programa contempla tres grupos de soluciones técnicas para la conservación de los caminos básicos, a saber: • La aplicación de sales o de productos ligantes o aglomerantes para la estabilización de capas granulares, • La aplicación de sellos asfálticos o de tratamientos superficiales para la protección de capas granulares, y • Una solución que se puede considerar como la combinación de las dos anteriores y que consiste en la estabilización del material existente para conformar una capa de base o de subbase, más la construcción de una protección asfáltica como superficie de rodadura. Entre las sales, el cloruro de sodio (NaCl) y el cloruro de magnesio hexahidratado (MgCl2.6H2O), conocido como bischofita, han sido las de mayor aplicación, principalmente para la estabilización de capas granulares y eventualmente como paliativos del polvo, especialmente en la región norte del país, donde se presentan condiciones propicias de aplicación, no solamente climáticas como lluvias escasas con sequías frecuentes, sino de disponibilidad de las sales cerca a los proyectos (Figura 1). En zonas con mayores niveles de precipitación, se han aplicado estas sales en menor proporción, al inicio del período estival, principalmente en riegos como paliativos del polvo. Los tratamientos superficiales simples (TSS) y dobles (TSD) son, dentro de las capas asfálticas de protección de los caminos básicos los de mayor aplicación. Algunas regiones se han especializado en la aplicación de sellos que se consideran realmente innovaciones dentro de las técnicas de pavimentación, como el sello del Cabo (Cape Seal) en la Región de Los Ríos y el sello de Otta (Otta Seal) en la región de Magallanes, este último ha sido aplicado solamente a nivel experimental. (Figura 2) Como se aprecia en la figura 2, el sello del Cabo combina la flexibilidad de un tratamiento superficial simple (TSS) el cual consiste en el riego de un ligante asfáltico (normalmente en forma de emulsión), seguido de la extensión y compactación de una grava uniforme, con la rigidez de una lechada asfáltica, también conocida como mortero asfáltico o Slurry Seal, definida como la mezcla de agregado fino bien gradado, llenante mineral y emulsión asfáltica. Por su parte, el sello de Otta, también mostrado en la figura 2, es esencialmente un tratamiento superficial, en el que la grava uniforme ha sido reemplazada por gravas naturales o roca triturada con gradación abierta, semidensa o densa. Sandra Campagnoli | Revista de Ingeniería, nº 45, 2017, pp. 22-31 Figura 1: Apariencia de una capa granular tratada con bischofita


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