Page 16

REVISTA DE INGENIERÍA 45 / Enero-Junio 2017

14 2. No existe tampoco un conjunto limitado de tecnologías (tres o cuatro, por ejemplo) que puedan ser aplicados de forma sistemática a las diferentes regiones del país. Esto se debe, principalmente, a la variedad de suelos y de climas que caracterizan el territorio Colombiano. 3. La selección de una o varias tecnologías debe resultar de un estudio cuidadoso de las condiciones específicas del proyecto. Dichas condiciones implican el estudio de los suelos de la zona, el estudio de las condiciones ambientales y climáticas de la región y de las condiciones proyectadas de carga que debe soportar la vía durante su vida útil de servicio. 4. Para garantizar que los proyectos sean costoefectivos, las tecnologías seleccionadas deben adaptarse a las realidades locales de cada región. Esto significa, por ejemplo, hacer uso en lo posible de materiales locales. 5. El diseño y la construcción de una vía terciaria constituyen dos de las etapas iniciales en la vida del pavimento. Por esta razón, es necesario que desde la concepción del proyecto se planeen cuáles serán las metodologías de gestión y administración de la vía y cómo se van a implementar dichas metodologías dentro del contexto regional del proyecto (e.g. garantizar los recursos para la ejecución de actividades de mantenimiento preventivo y esporádico e involucrar a la población en actividades de mantenimiento rutinario). 6. Aunque la mayoría de vías terciarias en el país se caracterizan por tener bajos volúmenes de tráfico, existen casos especiales en donde el pavimento es sujeto a cargas significativas. Por lo tanto, el diseño, los materiales y las técnicas a emplear, deben ser consecuentes con el uso real esperado de la vía. 7. La investigación, entendida como la ejecución de estudios técnicos especializados por parte de universidades o centros de investigación en temas relacionados con materiales de carreteras, métodos de diseño, técnicas constructivas y/o técnicas de preservación y mantenimiento de vías, constituye una herramienta fundamental para garantizar la calidad final de los proyectos. Estas consideraciones buscan enfatizar la necesidad que existe de tratar cada proyecto de vías terciarias de forma individual, tal como ocurre en el caso de las vías primarias o secundarias. En este sentido, vale la pena mencionar que el hecho de que las vías estén catalogadas como “terciarias” o que sean pavimentos diseñados para bajos volúmenes de tráfico, no significa que éstas se puedan diseñar o construir siguiendo metodologías con bajos estándares de calidad, ni tampoco que sea posible aplicar de forma indistinta un grupo limitado de “diseños tipo” (i.e. estructuras de pavimento con materiales y espesores predeterminados). No obstante, una diferencia relevante entre las vías terciarias y otro tipo de obras de infraestructura vial, radica en la necesidad que tienen éstas de ofrecer alternativas técnicas apropiadas bajo condiciones económicas favorables que se ajusten a las posibilidades y restricciones locales. Este aspecto, que se relaciona con el cuarto y quinto punto del listado anterior, incluye la necesidad de identificar materiales locales que se puedan emplear en la construcción de las vías, así como de desarrollar e implementar programas de capacitación que promuevan la apropiación de estas obras por parte de la población, de tal forma que sea ésta la que se haga cargo de la futura conservación de vía. Con respecto al primer aspecto, sin embargo, es relevante resaltar que una dificultad usual relacionada con el uso de los materiales locales en el país es que en muchas oportunidades éstos no satisfacen los requerimientos técnicos exigidos por el Instituto Nacional de Vías (INVIAS). En la mayoría de estos casos, la solución más efectiva consiste en estudiar las propiedades del material con el objetivo de identificar cuáles podrían ser sus usos seguros (e.g. es posible que algunos materiales no se puedan emplear para la conformación de capas estructurales pero sí para las capas bajas del pavimento) o cuáles podrían ser las alternativas técnicas de mejoramiento que permitirían transformarlos en materiales competentes (e.g. estabilización de materiales mediante métodos mecánicos o químicos). El desarrollo de estudios técnicos como los mencionados con anterioridad son un ejemplo de las actividades de investigación que pueden y deben acompañar estos proyectos viales. Como se ha demostrado a través de diversos trabajos realizados por diversas Universidades en el país, los resultados de proyectos de investigación relacionados con estos temas son vitales para garantizar que la selección de materiales, los diseños de pavimentos y las técnicas constructivas son los apropiados para garantizar la confiabilidad mínima en Silvia Caro y Bernardo Caicedo | Revista de Ingeniería, nº 45, 2017, pp. 12-21


REVISTA DE INGENIERÍA 45 / Enero-Junio 2017
To see the actual publication please follow the link above