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REVISTA DE INGENIERÍA 44 / Enero-Junio 2016

29 Universidad de los Andes, Bogotá D.C., Colombia. exista una mejor provisión de oportunidades en todo el territorio, pues las posibilidades que tiene un habitante rural de acceder a educación, salud y demás servicios públicos son escasas. Las carreteras juegan un papel protagónico a la hora de comunicar centros poblados, por lo tanto, al haber una mejor provisión de ellas aumenta el número de transacciones, se reducen sus costos, incrementa las inversiones públicas y privadas y las oportunidades económicas. Además, al demandar mano de obra, redunda en mayor adquisición de bienes y servicios de parte de los pobladores en los mercados locales, lo que les permite fortalecerse o fomentar la aparición de nuevos. Sólo con mayor conectividad vial habrá inversiones públicas y privadas que permitan a las familias rurales tener la capacidad de comprar alimentos y acceder a cupos escolares. Y con mayor capacidad de gasto, los hogares pueden darse a la tarea de crear emprendimientos que surtan a los mercados locales de bienes y servicios. A continuación pretendo mostrar la estrecha relación que tiene el déficit de vías a nivel nacional con la pobreza rural, la carencia de oportunidades y el conflicto armado. Luego, reseño los esfuerzos en política pública que han buscado mejorar la institucionalidad, y finalizo con los retos, que son tan grandes como el rezago que tiene el país en infraestructura de transporte. Contexto Se calcula que el país cuenta con 204.000 km de carreteras, de los cuales cerca de 17.000 km corresponden a vías nacionales (incluidas las vías 4G); 45.000 km son vías de departamentales, y 142.000 km son vías municipales. A pesar que esta categoría representa el 69% de la extensión vial, hasta el momento no ha existido una iniciativa que modifique la operación de estas vías, como sí sucedió para las vías nacionales cuando se liquidó al Instituto Nacional de Concesiones (INCO) y se designó como responsable de éstas a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). Históricamente, Colombia ha presentado una baja inversión en la infraestructura de transporte2. 2 Inversiones menores al 1% del PIB durante largos períodos de tiempo. Comparando con países del mismo nivel, el nuestro siempre ha estado en las últimas posiciones, como se refleja en el índice de competitividad global, en el área de infraestructura (WEF, 2015). Respecto al pésimo estado de malla vial de las carreteras municipales, este se debe, entre otras razones, a la baja inversión pública y a la confusión de los derechos de propiedad y responsabilidad de administración (el departamento dice que esta le corresponde al municipio y viceversa). La descentralización institucional en los años noventa implicó la entrega de los derechos de propiedad de la red terciaria a los municipios, una transferencia incompleta, pues de los 142.000 km de carreteras, 27.500 km aún le pertenecen al INVIAS, 14.000 km a los departamentos y 100.400 km a los municipios. Esta política no estableció ninguna corresponsabilidad a través de programas de financiación o asistencia técnica de gestión a los entes territoriales, imposibilitando una planeación estructurada y de largo plazo. Esto trajo como resultado que solamente 3.615 km de red terciaria (2.5 %) estén pavimentados, y solo 1.420 km (1 %) en buen estado. La rehabilitación de la malla vial en la red terciaria es urgente. El estado de la red terciaria imposibilita un arribo de las oportunidades, una presencia permanente de la institucionalidad y los mercados foráneos en el territorio. Sin vías es imposible articular las poblaciones al sistema económico y social. Los hogares del posconflicto demandarán mayor presencia del Estado, y las vías serán instrumentos de política pública necesarios. Por esto vale la pena entender cuál es el papel de las vías en el posconflicto, y cómo ellas contribuirán a transformar la producción, el consumo y los mercados laborales de las comunidades. Los efectos de las vías en los hogares rurales en el posconflicto En el 2011, las mujeres de Barbacoas, Nariño cruzaron las piernas: decidieron entrar en abstinencia sexual para no parir hijos condenados a vivir en el aislamiento y la pobreza hasta que las autoridades públicas les arreglarán la vía que comunica a Barbacoas con Junín, el municipio más cercano (SEMANA, 2015). Los hostigamientos y la presencia de francotiradores de las


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